Grecia, independizada no hace mucho más de 150 años del Imperio Otomano, después de muchos siglos de ocupación, no ha escapado de la influencia oriental en su gastronomía. Por eso, su cocina está impregnada de sabores, frutos, especias de Oriente.
Evidentemente su cocina se basa en la muy valorada dieta mediterránea, a base de pescados, cordero, aceitunas, aceite de oliva, verduras variadas como la berenjena, tomates, acelgas… esto sí, condimentado casi siempre todo con un toque picante y con especias propios de Oriente.
La cocina griega no es nada pretenciosa y está llena de sabor. Es una cocina rica y variada, muy acorde al carácter del griego.
Al principio del artículo hemos comentado la ocupación turca de Grecia durante centenares de años. Curiosamente, este hecho no ha sido óbice para que los griegos hayan “aceptado” de buen grado la ocupación en la comida.
Platos como los “dolmades”, la manera de preparar la carne, el pan de pita, los dulces (famosos los “baklavás”), los frutos secos… están imbuidos de aromas orientales.
Curiosamente, un país donde ninguna ciudad o pueblo está más alejado de 70km del mar, prefiere la carne al pescado, aunque este último también es muy apreciado, sobre todo, en las islas, y es fácil verlo cocinar a la parrilla, plancha o frito.
Pero la carne tiene más éxito. El cordero es la carne preferida. Cualquier fiesta en Grecia se celebra comiendo cordero, de una forma u otra.
Es fácil encontrar en cualquier rincón de Grecia un buen asado de cordero, normalmente acompañado de verduras.
La ternera tanto se prepara en guisos como en brochetas y también sirve al igual que el cerdo para rellanar pimientos y berenjenas o las hojas de parra. Todo ello aderezado del famoso “avgolemono”, una mezcla de limón y huevo, o con salsas de tomates con especias como la pimienta, el cilandro y comino.
Quizás el plato más conocido de la cocina griega a nivel internacional sea la muy celebrada “moussaká”, un pastel a base de carne picada con berenjenas, patatas y gratinado con queso. Se dice que cada casa griega hace la “moussaká” a su estilo, como han aprendido cada familia de generación en generación. Algo parecido como pasa en nuestro país con la paella o las migas.
Las empanadillas de hojaldre rellenas de espinacas con queso feta son una especialidad de su cocina.
Hablando del queso feta, decir que en nuestro país desde hace unos años está de moda, sobre todo, para acompañar las ensaladas. En Grecia, la ensalada típica es la “Xoriatiki Salata” que podríamos traducir como la “ensalada nacional”, a base de tomate, aceitunas negras, a poder ser de la región de Kalamata, cebolla, pepino y aliñada con aceite de oliva virgen, orégano y, cómo no, el queso Feta.
¿Y qué mejor que acompañar esta ensalada o cualquier otro plato con su vino nacional, la Retsina? Un vino que se llama así porque en su proceso de fermentación se añade resina. Quizás más de un lector de este artículo lo haya saboreado en el mítico barrio ateniense de Plaka, o en cualquier taberna de Santorini, Corfú, Rodas o Mikonos, por poner algún ejemplo.
Y quizás este lector también recuerde las “secuelas” que deja un vino que “entra demasiado bien”, sobre todo, en verano, por su sabor afrutado, suave y fresco.
Aperitivos como el “tzatziki”, a base de yogurt y pepino, el “hummus“, a base de garbanzos (recordad que tenéis una video receta en la web con su elaboración) o la “taramosalata”, a base de fermentación de pescado, son un referente en los entrantes. Pero, eso sí, acompañado del famoso licor “ouzo”, una especie de anís, rebajado con agua, parecido al Pastís tan famoso en Francia.
Esto tan sólo es un preámbulo a otros artículos y recetas de la cocina griega que iremos publicando. Cada vez está más asentada en nuestro país, aumentado año a año la oferta de restaurantes griegos, al igual que pasa en Londres o París.
Fuente: sabormediterraneo.com
Imágenes de Rafa Flickero /ortrun /xroniaquexronia.iespana.es
Vie, Mar 12, 2010
Cocina e Historia