La tabla de quesos

Mar, Jun 1, 2010

Comida rápida

Todos sabemos que una buena tabla de quesos nos puede facilitar una buena comida o cena de manera más o menos informal.

Toda tabla de quesos debe tener una variedad de tipos diferentes de quesos acompañados de frutos secos, panes variados, mermeladas y acompañada de un buen vino.

El queso, normalmente, debe tomarse a temperatura ambiente aunque pueda depender también de la bebida que lo acompañe.

Sabemos que el queso se puede tomar a cualquier hora, acompañado de otras comidas, o como comida única.  También sabemos que hay zonas donde se toma como postre, después de las comidas.  El juego que puede dar el queso es impresionante.

El queso, acompañado de frutos secos, aumenta su sabor, sobre todo, de los curados.  Podemos acompañar una tabla de quesos con frutos secos, que aparte de dar una decoración a la tabla, también sirven para comerlos entre queso y queso y así, como comentamos, potenciar su sabor.

El queso puede ser también aderezado con un chorro de aceite de oliva virgen y hierbas aromáticas, como el romero, el orégano o el tomillo.

Otra manera de presentar la tabla de quesos es añadir “color”, como por ejemplo con tomates cherry, apio, zanahoria, rábanos o rúcula y lechuga.

También se puede acompañar de frutas como peras, manzanas o uvas.  Ya sabemos del refrán castellano, “uva con queso sabe a beso”.

La manzana va muy bien, por su acidez, para entre queso y queso, poder “limpiar” el paladar.

El pan es un acompañamiento también ideal y primordial.  Por ejemplo, el de centeno es ideal para el rulo de cabra y los ahumados.  El de nueces es ideal para quesos azules y curados.  El pan blanco tostado es ideal para quesos del tipo “Torta del Casar”.

Por lo tanto, tener unos tres tipos de panes ayudará al éxito de la tabla de quesos.

Debemos siempre comer los diferentes quesos de una tabla desde el de menos sabor a mayor.  Y también tomar primero los que tengan mayor porcentaje de grasa.

Y ya hemos comentado antes de la importancia de acompañar la tabla de quesos con un buen vino, que puede ser blanco o un tinto y también con nuestro excepcional cava.  Todos ellos bien fríos y refrescantes para poder “limpiar” el paladar entre queso y queso.

No es conveniente beber cervezas demasiado amargas con los quesos, aunque las de tipo lager sí que podemos.

La presentación de la tabla también es muy importante.  El corte ha de ser el adecuado para cada tipo, no sólo por la presentación en sí sino para poder aprovechar al máximo sus sabores.

Los curados deben cortarse en forma de cuña y después de forma triangular.

Los más secos como el Mahón curado o el parmesano en trozos.  Los untables y los de tipo brie y camembert hay que presentarlos enteros para que cada comensal coja la porción que desee.  Eso sí, acompañados de su ración de pequeñas rebanadas de pan.

En fin, que una buena tabla de quesos, bien presentada y acompañada, no tiene nada que envidiar a un plato de lo más exquisito.

Fuente:  sabormediterraneo.com

Imagen de encantadisimo


Share and Enjoy:
  • Print
  • Digg
  • Sphinn
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Mixx
  • Google Bookmarks
  • Blogplay
  • Twitter

Related post

, , ,

Este post fue escrito por:

Carme - que ha escrito 248 puestos en Made in Kitchen Blog.


Contactar el autor

Deje una respuesta